En el Día Mundial del Ambiente, la comunidad de Tolar Grande lleva adelante su primer monitoreo ambiental participativo. Una experiencia inédita impulsada desde el territorio, con saberes locales, herramientas científicas y una convicción compartida: cuidar lo propio es también planificar el futuro.
Cada 5 de junio, el mundo recuerda la urgencia de actuar por el planeta. Pero en algunos rincones del mapa —lejanos del centro, cercanos a la tierra— esa urgencia no se declama: se vive, se organiza y se transforma en acción.
En la Puna salteña, la comunidad de Tolar Grande eligió conmemorar el Día Mundial del Ambiente con un gesto profundo de soberanía territorial y compromiso ambiental: iniciar su primer Monitoreo Ambiental Participativo.
La actividad se puso en marcha desde el 4 y con cierre previsto para el 6 de junio— marca un hito en la región por su enfoque integrador, el protagonismo comunitario y la articulación institucional activa. Es la primera vez que Tolar Grande emprende una experiencia de esta naturaleza, donde la generación de conocimiento ambiental nace desde el territorio y se proyecta al futuro con propósito.
Salta: el ambiente como decisión colectiva
Impulsada por el interés de la comunidad, la Municipalidad de Tolar Grande y el Departamento de Seguridad Ciudadana y Protección Ambiental, esta acción cuenta con el acompañamiento técnico de la consultora GT y la participación directa de la comunidad: vecinas, vecinos, jóvenes, niños y adultos que se involucran en instancias teóricas y prácticas para observar, registrar y comprender el estado del ambiente en que viven.
Durante las jornadas se monitorean variables como el agua, el aire, el suelo, la vegetación y la fauna, a través de herramientas científicas, saberes ancestrales y puntos de muestreo definidos en base a encuestas locales. Se busca construir una línea de base ambiental antes del crecimiento proyectado de actividades como la minería o el turismo. Es sin dudas una gran apuesta a la planificación, al conocimiento colectivo y a la acción anticipada.
Desde Objetivo 18, consultora estratégica especializada en comunicación para el desarrollo sostenible, celebramos esta experiencia como un claro ejemplo de innovación social. Tolar Grande demuestra que las comunidades no son espectadoras ni receptoras pasivas, sino protagonistas de su propio desarrollo.
Allí donde históricamente se habló de lejanía o postergación, hoy emerge una agenda propia, con ciencia ciudadana, gestión ambiental participativa y mirada de largo plazo.
Creemos firmemente que la sostenibilidad se construye. Que el ambiente no se protege desde discursos aislados, sino desde decisiones colectivas que nacen del arraigo, la escucha y la participación.
Y que el Día Mundial del Ambiente es una oportunidad para transformar los territorios en protagonistas del cambio. Como en Tolar Grande, donde el futuro se está pensando, midiendo y cuidando desde hoy.